Muchas veces me pregunto como es posible que se comentan tantos delitos y nadie se percate, y tú quites un paquete de chicles en el carrefour y tengas al guarda en la puerta.
Es increíble como las empresas en este país estafan, falsifican y roban a sus empleados y nadie parece ver nada. Los empleados lo comentan entre ellos, cuando llegan a casa con las familias, con los amigos... pero aún asi el mundo sigue sin enterarse.
Subvenciones que se concenden casi sin saber porque, concursos que se ganan meses antes de que salgan y dinero que nunca sabe uno donde va.
Por favor, políticos o quien sea el responsable de esto, dejad de timarnos en nuestras narices. Que la empresa privada hace chanchullos de sobra es sabido, pero cuando se mezcla con la pública entonces ya todos sabemos que se cometio el delito no hagamos como que no lo vemos y que queremos lo mas justo para nuestros ciudadanos, si es desde el poder donde mas corrupción se comete.
Entonces uno se plantea que para que vale tener los parques bonitos, las fachadas sin pintar, las farolas sin romper si al gobierno o al ayuntamiento ... no les importa. Como mucho importa a quien se le adjudico el concurso pero una vez que tienen los bolsillos llenos creo que que la farola siga intacta o con una pedrada a nadie importa.
5 comentarios:
Como tengas un poquito de "estómago" olvíade de tener una empresa. Ser empresario es=estafador. No me gusta generalizar pero es que la mayoría de las empresas que conozco estafan a sus trabajadores, tienen chanchullos, gente explotada, triquiñuelas varias, becarios aún más explotados (y encima parece que te hacen un favor por darte la oprtunidad de ser explotado). Es de verguenza y comobien dices nadie parece enterarse... KENIATA
si keniata tienes razon es que luego parecemos culpables de todo cuando nos estafan en nuestras narices
Marea
el 9 de Marzo va a votar su puta madre.
Barrenkale
También creo que los chanchullos son una práctica generalizada en las empresas. Unas más que otras y algunas defraudando a todos: trabajadores, seguridad social, hacienda, bancos, clientes.
Es el caso de la empresa donde yo trabajaba; se llama o llamaba Servisa Servicios Informáticos y estaba dirigida por Ignacio Salvat Ojembarrena, alias Iñigo (menudo tipo) y su mujer Isabel Esteve Correa.
Sólo importaba ganar dinero; si algún trabajador no interesaba, se le presionaba para irse; nunca se indemnizaba. Y así hasta el final; la empresa no daba el dinero que ellos querían, por su mala gestión (se sacaba de la empresa más dinero que el que entraba, facturas falsas, etc. etc.); al final se "invitó" a los trabajadores a que se fueran; nada de despidos, sólo se dejaban de pagar las nóminas hasta que el trabajador no podía aguantar más. Pero por otro lado ya habían creado una empresa que tenía todo el patrimonio expoliado de Servisa; se llama La Granjilla y es la propietaria de las oficinas que ahora tiene arrendadas por 6000 euros al mes.
Ya veis que joyas tenía por jefes; verdaderos estafadores que han logrado un patrimonio considerable, incluida su casa en la calle Labranza 11 de la urbanización La Granjilla en San Sebastián de los Reyes, a base de descapitalizar la empresa. Buenos coches, comidas de fin de semana que se pasaban a cargo de la empresa, facturas falsas para sacar el dinero, móviles de toda la familia, comprar de facturas para reducir los "beneficios" y rebajar el Iva a pagar.....
Y ahora todos con juicios pendientes contra los estafadores.
Yo creo que esta es una situación que se da en más empresas de las que creemos, y lo que debemos hacer es destapar a los estafadores y que los conozca todo el mundo.
12 años tarde leo este comentario con respecto a este energúmeno, Iñigo. Ave de rapiña, mal técnico y mala persona, vendehumos profesional. Es una pena que gente así no sea inspeccionada por hacienda. Sacarían petróleo. Cuidado los y las que coincidais con este tipo. Yo tuve varias insinuaciones bastante feas y cuando me resistí a sus encantos me hizo la vida imposible y tuve que irme. Me pilló jovencita pero hoy no se escaparía de una denuncia por acoso.
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