Ayer me daba mucha pena de mi blog, hoy me da de mi.
Pense que las alamedas empresariales me absorverian, pero veo que no. Que un día te tienen y otro no, y ahora estoy deseando no decir aquella frase de Baltasar Gracián, que otras veces utilice: lo bueno si breve... porque esta vez si es breve no es bueno.
Y ahora me veo volviendo de nuevo a mi blog porque me veo en el paro incluso.
Ya os contare, pero me gustaria poder olvidarme de esa frase y que la siguiente entrada Se titule: Dios aprieta, pero no ahoga. Señal de que todo fue bien.