
La gente me pide unos favores imposibles, me proponen cosas en las que siempre acabo perdiendo y todo porque se que en el fondo soy buena persona, porque los demás lo confunden con idiota?
En fin que cada día me pasan cosas más extrañas y lo peor de todo es que no se como decirles que no, y entre que no se decir no y mi cara de imbécil pues nada que me toma todo dios por el pito del sereno.
Una que siempre se resuelve las habichuelas por si sola, que molesta lo menos posible... siempre se ve metida en auténticos camisones.
Asique al final el refrán de que cada uno tiene lo que se merece me lo voy a tener que aplicar y pensar que con esta cara de buena y no saber decir que no soy tonta y la gente no intenta otra cosa que aprovecharse de mi.