sábado, 20 de septiembre de 2008

Los complejos siguen aqui

Lucy lleva meses asistiendo a esa clínica de la esquina, la de las ventanas que se giran y parece que vas a poder ver alguna consulta. No se que las hacen, me imagino que terminar de convencerlas.

Dice que tiene la nariz torcida, y muy grande; y a mi me parece que es un botón que acaba de coser una niña pequeña, que conserva la gracia de lo nuevo, de lo recién puesto, de lo inocente. Y dice además, que claro, la nariz tan grande y la boca tan pequeña que ni tiene labios ni tiene ná....
Asique alli está, seguramente hablando con ese cirujano que solo piensa en el dinero y no en Lucy, ni en mi, al que le va a quitar la cara más bonita del mundo.

Primero dijo que iría solo a preguntar, pero ya os cuento, que ha seguido visitando a ese médico y lo que eran consultas, preguntas, dudas, "solo me voy a informar", ha acabado en convertirse en una decisión tajante.

Esta tarde iba, creo que a inyectarse silicona en esos labios que parecen la carne de una ciruela y que ahora serán de plástico.

A las 19:00 voy a buscarla y no se que me voy a encontrar.

Alli está, Lucy sonríe, o lo intenta y yo casi lloro o intento no llorar. Es un monstruo, como una muñeca de plástico que me sonríe con su nariz, igual que la de todas, y su boca todavía mas artificial. Y la veo caminar, y meterse en el coche y es ahora cuando veo sus complejos. Su nariz y su boca, se fueron pero ellos no, ellos siguen aqui.