
Sabías que .... si cierro los ojos veo una luz, una vela, y huelo a algo parecido a la miel que se filtra por mi nariz y que me lleva magicamente hasta tu regazo.
Sabías que... siempre me acuerdo del tiempo que pierdo de casa al trabajo escuchando el ruido del autobús mientras pienso una y otra vez en ti.
Pero lo que no sabes, ni nunca sabrás, es que me siento totalmente protegida del viento en tus ojos, asique cuando no estás soy inmensamente más pequeña y me convierto en un cacho de mantequilla derretida por el sol en un tórrido mes de agosto.