miércoles, 26 de diciembre de 2007

Mi shisha y yo (y él)

Descubrimos un restaurante en el barrio de Lavapiés que nos enamoro y alli descubrimos la shisha. Bueno ya la conociamos fisicamente, sabiamos lo que era pero nunca la habiamos fumado.

Él, que es un amante del arte de fumar en todos sus formatos, propuso la idea de que pidieramos una. Asi descubri la shisha. Pronto nos hicimos con una. Bueno fue un regalo que yo le hice a él porque se que le encanto, aunque el vino a comprarla conmigo.

Desde nuestra adquisición se ha convertido en un elemento que casi nunca falta. Nos relaja, nos gusta, nos encanta el sabor y cuando estas con amigos se convierte en un rato muy divertido que a todo el mundo gusta.

Hay tabacos de diferentes sabores: fresa, menta, manzana, melocotón.... y es muy fácil de preparar. Solo tienes que llenarla de agua, que cubra unos 2 cm. el caño para que al aspirar haga burbujas. Después la cerramos bien y colocamos el tabaco desmenuzado en la parte de barro, y lo tapamos con papel albal que quede tenso y hacemos agujeros. En el centro hacemos un agujero un poco mas grande que el resto. Encima del papel albal ponemos el carbon encendido y ya tenemos lista nuestra shisha para fumar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta la shisha y me encantas tu. tq

Marea dijo...

la shisha me la fumo y a ti te como

Anónimo dijo...

La conocía con el nombre de arguile. Y la verdad está buena, sobre todo porque se comparte.

Marea dijo...

Si creo que es narguile (o arguile como dices). Si lo mejor es compartir.